César Chacón sigue compartiendo con nosotros el análisis forense de la muerte de Cristo, desde los soldados romanos como ejecutores materiales de su muerte. De ahí, empieza a abordar con nosotros la resurrección desde el punto de vista de esos mismos verdugos, quienes fueron los primeros testigos de este histórico y singular evento.
¡Gloria a Dios porque, pese a padecer lo indecible para salvarnos, justificarnos y darnos vida, nuestro Señor no se quedó en la tumba!