Por Diana Rendón
Alabar a Dios es uno de las formas más maravillosas de exaltarle, de decirle cuan hermoso, precioso, perfecto y santo es Él. Desde el principio Dios nos creo también para alabarle, para glorificar su nombre y la obra de sus manos. Sin embargo, detrás de esta intención, también hay otra; que su pueblo se regocije, se goce en su presencia y disfrute de los beneficios que trae alabarle. En los pasos que he dado en cada camino que debo recorrer, he descubierto que alabarle me ha llenado de paz, de fortaleza, cuando más lo necesito. Aquí te comparto cuál es el poder de alabar a Dios, así que alaba a Dios:
La alabanza mengua en nosotros el orgullo
Al quitar el enfoque en nosotros mismos y redireccionarlo a Dios nuestro orgullo mengua. En nuestro mundo, a menudo enfocado en “selfies”, necesitamos este recordatorio constante: la vida no se trata solo de nosotros. Hay un Dios maravilloso, quien está por encima de todo y nos recuerda que Él es el único digno de alabar, de seguir y adorar. y que pase lo que pase debemos alabarle.
“Alabadle por sus poderosos hechos; ¡Alabadle según su excelente grandeza!” Salmos 150: 2.
La alabanza nos enseña a ser uno en comunidad
En la iglesia, en nuestra comunidad, con nuestros vecinos, amigos y familia podemos alabar a Dios y disfrutar de la unión fraternal que esta acción trae a nosotros, todos juntos alabando al Rey y acudiendo a su presencia.
“Te confesaré en grande congregación; Te alabaré entre numeroso pueblo”. Salmos 35:18
La alabanza hace correr al enemigo
Solo Dios ha peleado nuestras batallas por nosotros, cuando entonamos el Salmo 27 recordamos que no debemos temer porque El Señor es nuestra luz y salvación y en el encontramos la victoria de toda guerra que nos toca enfrentar. Satanás huye, cuando en medio de sufrimientos y batallas alabamos a Dios, por ejemplo en la historia de Josafat, vemos a Dios vencer milagrosamente al enemigo, debido a la obediencia de la gente a alabarlo.
“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros”. 2 Crónicas. 20:22
La alabanza abre puertas de Bendición
Cada vez que nos acercamos más al trono de su presencia y en intima relación con Dios, él va abriendo las puertas de los cielos y se derraman bendiciones sobre nuestras vidas, a pesar de las dificultades vemos como su protección, su provisión y su bondad nunca falta, dice la Biblia que no he visto a un solo justo desamparado, y así es.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Efesios 1:3
La alabanza renueva nuestras fuerzas
Es cierto que el camino del cristiano no es fácil, pero al alabar a Dios nuestras manos cansadas se llenan de fortaleza y nuestro espíritu abatido se levanta con poder y somos revestidos de gozo, del gozo de su salvación y la plenitud de su presencia en nosotros.
En su presencia, hay plenitud de gozo
Salmos 16:1
La alabanza despierta milagros de vida
Dios todo lo mueve a través de la alabanza, uno de los mejores ejemplo biblicos del poder de la alabanza fue el caso de Pablo y Silas, quienes, al estar en Prisión, encadenados, continuaban alabando a Dios, y allí Dios hizo que la tierra se moviera con gran estruendo y sus cadenas fueron rotas, las puertas abiertas y al ver este milagro el carcelero y toda su familia reconocieron a Cristo como su Señor. Cree en el poder de la alabanza, va más allá de lo que pensamos. Grandes cosas Dios hizo, hace y hará.
“Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban rezando y cantando himnos a Dios, y los prisioneros los escuchaban, y de repente hubo un gran terremoto, por lo que los cimientos de la prisión se sacudieron. E inmediatamente se abrieron todas las puertas y se desataron los lazos de todos ”. Hechos 16: 25-26
Amén, buena enseñanza biblica.
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